UNA HISTORIA CUALQUIERA
La vida se entusiasma con cada reto personal hasta convertirlo en
realidad: el mundo los propone y la vida los otorga. La misión personal de cada
ser humano es soñar, desear y emocionarse con ello; no tiene nada que ver con
grandes esfuerzos ni sufrimientos como solemos creer, sino con auténtica magia
que aporta a cada uno lo que solicita con el pensamiento y la emoción.
Escatimamos en deseos; es como si no nos atreviésemos a consumirlos por
miedo a que no quede nada por otorgar. ¿Es que acaso alguien dijo que hay un
número limitado de peticiones a conceder? Nuestro “genio personal” no tiene por
qué parecerse al del cuento de Aladino que todos conocemos desde niños. Cada
uno escribe su propio cuento, de forma que ponemos nuestra vida en manos de
todo aquello en lo que nos permitimos creer. De forma que si no creemos en
cuentos, si no creemos en ángeles, hadas
y genios, así será, obtendremos una vida carente de todo ello, carente de magia
y de luz.
Es entonces cuando se escribe UNA HISTORIA CUALQUIERA, en la que
acontecimientos inesperados podrán suceder, en la que sin ayuda ni esperanza en
obtener sueños imposibles, se adopta una disposición pesimista ante el futuro,
en la que sin protección, y en soledad, se espera de la vida lo que venga. Ésta
es una historia que no podremos escribir nosotros mismos, las páginas en blanco
se colmarán de palabras sin que podamos intervenir.
Reinventa tu vida y escribe tu propio
cuento. No olvides mirar al cielo y recuerda que no sólo dispones de tres
deseos sino de todos los que creas que mereces recibir. Rellena tú mismo las
páginas en blanco, no dejes huecos que
el azar pueda ocupar. Anota todo aquello que quieras conseguir y espera a que
el cielo te envíe la magia que ilumine tus dorados renglones, que alimente ilusiones
dormidas. Permite y aclama un futuro bendecido por la chispa divina que te
anhela y espera a que con fe te dispongas a soñar.
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