HORMIGUITAS EN UN CÉSPED
Nuestras ajetreadas vidas nos instan a retomar una y otra vez lo ya transcurrido, creemos que así aprendemos de ello preparándonos para construir un futuro sin los errores del pasado. Somos como hormigas en un césped, sin visión de lo que ocurre unos metros más allá, por mucho que demos vueltas a lo que ven nuestros ojos, no encontraremos respuesta a interrogantes esenciales de la trayectoria personal a recorrer, porque no tenemos la visión del "Todo". Sin embargo la energía universal nos guía teniendo la visión del "Todo", únicamente si se lo permitimos y confiamos, a cada momento conduce a sus hormiguitas hacia el lugar del césped en que les toca vivir, así las va llevando paso a paso por el camino personal adecuado para llegar al otro lado del jardín donde se halla lo auténtico para cada una de ellas.
En este largo viaje nos enfadamos a cada momento cuando algo no sale como esperábamos, la hormiga se empeña en experimentar una y otra vez las mismas situaciones, se aferra a las miguitas de pan que ve a su alrededor, se pelea con quien se las quita porque cree que le pertenecen o se desespera cuando algo viene a interrumpir su camino, una hoja o un guijarro impiden el paso y la hormiga se enfada con sus iguales o con la vida, a veces decide que ha sido culpa suya por no haber corrido lo suficiente, otras dictamina que ha sido culpa de las demás por haberle arrebatado lo que era suyo y otras increpa a la vida por no tener la suerte de otras. Pero la auténtica realidad es que "nada ocurre por casualidad", y que eso que ven sus ojos es un espacio muy limitado, si algo no es para la hormiga, la vida le irá conduciendo miguita a miguita a través del césped para llegar allí donde se halla el verdadero propósito de su existencia, allí donde la conduce están, no las miguitas sino el buen trozo de pan que la abastecerá completamente y dará sentido a su existencia, siempre de la mano de la AUTO-REALIZACIÓN PERSONAL, allí está lo que realmente le hará feliz.
Sin embargo, nos peleamos por cada miguita de pan, creyendo que no existe más que lo que ven nuestros ojos, nos comparamos unas con otras, evaluando nuestra vida según la cantidad y la calidad de migas de pan que vamos consiguiendo en el camino. Esta forma de vida supeditada a la interpretación del entorno, nos caracteriza y nos viste con la toga de un juez allá donde vamos, dictaminamos y juzgamos el comportamiento ajeno, y en este cometido olvidamos el nuestro. Así comenzamos a sentir la vida de otros y no la nuestra, comenzando a recorrer caminos que no eran para nosotros, sentimos malestar y falta de auto-realización personal, ya que ese no era el camino que debíamos tomar. Siguiendo la vida de otros, dejamos de ser nosotros mismos, perdiendo el rumbo y el sentido de todo movimiento.
Dos formas de vivir:
1. JUZGANDO EL ENTORNO = PENSAR EN LO QUE NO ME GUSTA,
EN LO QUE NO QUIERO.
Evaluar cada paso ajeno, mirar sus pasos y no los míos, atrayendo a mi vida continuamente lo que no deseo, ya que es a lo que dedico mi tiempo pensando. No atraigo mis miguitas de pan, no aparecen en mi camino pues no estoy centrada en mis propósitos sino en los suyos. La energía universal quiere guiarme pero necesita que yo me centre y deje de juzgar a las demás hormigas, y cada vez que rechazo lo que vivo o cada vez que me centro en lo que no me gusta de las demás, me aparto más y más de mi camino. Me quedo dando vueltas, siempre en la misma zona, siempre el mismo tipo de experiencias, siempre el mismo tipo de situaciones, caigo en el mismo agujero una y otra vez, culpo al entorno, a la vida o a mí misma de todo lo que no sale como esperaba, y no avanzo, siento extremo esfuerzo, ... y siento que la vida es dura, injusta y que todo va impregnado irremediablemente de sufrimiento y dolor.
2. INTROSPECCIÓN = ELEGIR NO ATENDER EL MIEDO Y CONFIAR EN EL DEVENIR DE LAS COSAS.
"Todo ocurrirá de la mejor manera posible" y cuando algo no salga como esperaba, confío de nuevo en la vida, porque ella tiene la visión del completo césped y yo no. Elijo no enfadarme con quien me arrebata las migas de pan que yo creía que eran para mi, elijo no enfadarme conmigo misma, elijo no enfadarme con la vida, confío de nuevo en ella, porque sé que si así ha sido es porque hay algo mejor para mí, y espero a que la vida me guíe por el césped siguiendo las miguitas de pan, sabiendo que a veces serán para mí pero otras no, sabiendo que el camino a veces será fácil pero otras no, y así comienzo a recorrer mi propio camino, personal y auténtico que me lleva hasta el otro lado del jardín. Avanzo con paso firme pero con flexibilidad de pensamiento, con capacidad para abandonar creencias cuando sea necesario, siento dulzura a cada paso, tan solo tengo que dejarme llevar, y aunque no me guste lo que encuentro en el camino, no lo juzgo, acepto las elecciones de mis compañeras aunque no sean las mías, dejo que sea la vida quien se ocupe de cada una de ellas, me quito la toga de juez y se la otorgo a la vida, ... y siento que fluyo, me uno al ritmo que me marca la energía universal, ... el entusiasmo y el bienestar se apoderan de mí.
Dejemos de pelearnos con todo lo que nos impide el paso o con quien nos lo quita, confiemos en el fluir de la vida, y dejemos que nos guíe a través del césped, siguiendo las miguitas de pan que nos va enviando. ¡Ve a por ellas!, pero si al llegar desaparecen es que no eran para ti, confía de nuevo y piensa; "algo mejor me está esperando", espera la respuesta del Universo y sigue tus miguitas de pan. Si te encuentras piedras en el camino, en realidad son puentes para llegar al otro lado, y así, hasta de un pozo si caes podrás salir. Elige vivir confiando en que lo que te presenta la vida es justo lo adecuado y necesario para llegar al otro lado del jardín, donde te espera lo que a ti ni se te habría ocurrido pedir, la hormiga no sabe que existe el pan entero pues solo conoce las migas. Déjate llevar por la energía universal, quien tiene una visión del Todo, de la cual tus sentidos no tienen capacidad ni noción. Confía en la energía que te guía hacia la AUTO-REALIZACIÓN PERSONAL, aquello que te concederá equilibrio y bienestar integral.
No te conformes con las miguitas de pan que ven tus ojos, ...¡Ve a por el buen trozo de pan que está al otro lado del jardín!, el que te abastecerá completamente y dará sentido a tu existencia, allí está lo que realmente te hará feliz, se llama
autorrealización personal y no se trata de un solo acontecimiento o situación
que necesitas vivir, sino de un estado de plenitud que se da cuando eliges esta
forma de existencia: aceptar cada tramo del camino, con frases y creencias que te
empujan hacia la mejora de tus experiencias y de tu propio ser. Este camino se
transita eligiendo LA ACEPTACIÓN, acepta lo que te presenta la vida, no la
tengas miedo, confía y déjate llevar, no vayas a contracorriente, no te
resistas, no te detengas ni te apresures, escucha sus mensajes a través del
fluir de acontecimientos, no los juzgues. Disfruta, valora y agradece los
regalos de la vida, pero acepta lo no tan grato, confiándoselo a la vida para
que le dé la solución o mejora a lo largo del camino, será más adelante, con
paciencia delegas y confías, porque del cómo y el cuándo se encarga ella. Ella
tiene la visión de tu completa existencia, tú solo puedes ver este tramo del
camino.
Vive con
facilidad, como planea un gran ave sobrevolando en las alturas, se une a las
corrientes de aire y vuela con facilidad, se une a lo que la naturaleza le
ofrece, se ayuda con el empuje del aire, se deja llevar hasta encontrar y lograr
su destino, a cada momento sabrá lo que necesita, pero solo en ese instante
presente, del resto se encarga la naturaleza y el fluir de la vida.
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