ENEATIPO 9

 

Hoy vamos a conocer y a suavizar el TIPO DE PERSONALIDAD 9: El PACIFICADOR. El tipo modesto, receptivo, tranquilizador, simpático y satisfecho. «Sigue la corriente”. Se dedica a la búsqueda de paz interior y exterior para sí mismo y para su entorno. Las preocupaciones que encontramos en el Nueve son las fundamentales de todo trabajo interior: permanecer despiertos y no despistados en el pasado o futuro, paz y no sufrimiento, unión y no separación; es el que está más en contacto con el mundo físico y con su cuerpo. Está en lo alto del eneagrama porque parece abarcarlo todo: pueden tener la fuerza de los Ocho, el gusto por la diversión y la aventura de los Siete, la docilidad de los Seis, el intelecto de los Cinco, la creatividad de los Cuatro, el atractivo de los Tres, la generosidad de los Dos y el idealismo de los Uno. Sin embargo, lo que no tienen es un sentido de identidad fuerte, les da miedo tener que hacerse valer contra los demás, prefieren fundirse con otra persona, en las relaciones largas, se adaptan al otr@, idealizándol@. Encuentran cierto grado de paz y bienestar insensibilizándose. Deben resistirse al deseo de escapar del mundo real. Estar en el mundo les parece agotador, les resulta demasiado agresivo, exigente y ruidoso. Huyen de los conflictos y de cualquier otro asunto intenso, buscan el equilibrio y la armonía, no el exceso ni la intensidad; ni tan siquiera en lo positivo, esto también lo prefieren dosificado.

 

Les caracteriza una inmensa paciencia, un profundo «dejar ser» a los demás, respaldada por una enorme resistencia y fuerza de voluntad. Muy eficientes para desenvolverse en situaciones de crisis, porque poseen una extraordinaria estabilidad interior. No les desequilibran los pequeños altibajos de la vida ni los grandes problemas. Acogedores, aceptan a los demás como son, les interesa apoyar a otros, sin identificarse con el rol de salvador. Son valorados porque escuchan sin hacer juicios, viven y dejan vivir. Son tolerantes y dan al otro el beneficio de la duda, buscando siempre la interpretación positiva de una situación. Por su sencillez, inocencia y franqueza, inspiran confianza en los demás y hacen que los demás se sientan cómodos. Son capaces de ser muy creativos, aunque tienden a ser modestos respecto a sus dotes.

 

 

¿En qué necesita el 9 TRANSFORMAR SU PERSONALIDAD EN ESENCIA? El 9 necesita levantar la mano y DECIR “YO”:  yo creo, yo quiero, yo propongo, yo necesito… Y poner ACCIÓN y mayor movimiento en su vida. Es estupenda la aceptación que se da en ellos, pero sin llegar al conformismo o resignación. Es estupendo evitar el conflicto como hacen ellos, pero sin huir de él, a veces es necesario enfrentarse a él. Hemos hablado de suavizar la personalidad, pero no de negarla como hacen los 9, suaviza tu personalidad pero no la anules.

Al huir constantemente del conflicto y de la discusión, impide su desarrollo personal; es de un gran valor saber evitarlos, pero en ellos no es adecuado porque se trata de un miedo que están alimentando, es el miedo básico a no tener paz. Al darse poca importancia a sí mism@, no realiza ningún progreso interior. Se siente falto de iniciativa y decisión, porque se siente desmotivado ante este tipo de mundo exterior que ve, hay un exceso en todo lo que ve fuera: demasiado rápido, demasiado agresivo, demasiado intenso.

Necesita comenzar a valorar su propia persona y sus capacidades, a decir “YO”, levantar la mano y poner acción, moverse con más rapidez, dejar de pensar “ya se hará”, abrirse a cosas nuevas sin miedo a perder la armonía o paz que cree tener, porque mientras viva con miedo a perderla, no la tendrá. Necesitamos la aceptación tanto de acontecimientos como de personas que llegan a nuestra vida, pero no la resignación o conformismo, esto les impide recorrer el camino que está por vivir, estancados, se niegan experiencias y situaciones que están esperando a ser llamadas y perseguidas. Quien se aparta de la vida, no vive libre de conflictos, pues se encuentra constantemente en conflicto consigo mismo. Necesitamos equilibrar la personalidad, pero no anularla. El 9 necesita aprender a defender sus propios intereses de forma responsable. Al no conocerse a sí mismo tampoco conoce sus posibilidades ni sabe cuál es la misión de su vida. Necesita aprender el amor a sí mismo, para que todo esto comience a equilibrarse.

 

Aprendiendo a reconocer su valía esencial abandonan el papel social de “alguien nada especial» y reconocen que su tiempo y su energía son valiosos. El mayor obstáculo para su realización personal es su tendencia a la inercia, a la pasividad. Pero a medida que se integran, van descubriendo que ganan energía y, con ella, carisma. Después de haberse pasado la mayor parte de su vida creyéndose invisibles, les sorprende que los demás no sólo los escuchen, sino que además los busquen. También conectan con su corazón, la sede de su identidad, y se expresan con una sencillez auténtica que puede ser muy conmovedora. También son capaces de hacerse valer cuando es necesario, comprendiendo que esto no equivale a agresividad. Su especial serenidad les permite crear relaciones interpersonales muy gratificantes.

 

Los Nueve recuerdan la cualidad esencial de unidad y totalidad, que en el universo no existe nada separado de nada. Este conocimiento produce una inmensa paz interior y su finalidad en la vida es ser recordatorios de nuestra naturaleza espiritual, así conservan su sentido de identidad, ven cómo están mezclados lo bueno y lo malo. Aceptan la paradójica unión de los opuestos; aceptan que la alegría y la tristeza, el bien y el mal, la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, la paz y la ansiedad, están perfectamente ligados. Otra cualidad esencial del 9 es el amor tierno, nos recuerda que somos esa presencia infinita y transformadora de amor.



EJERCICIO DE VISUALIZACIÓN: Cierra los ojos, céntrate en tu respiración, inhala aire por la nariz hasta el abdomen, exhala tensiones. Hoy te dispones a conectar con el “espacio del amor a un@ mism@”. Te encuentras paseando por un camino, sabes apreciar con templado semblante todo aquello que te rodea, estás bendecida con el don de saber apreciar el espacio exterior, la naturaleza, la calma que te conceden los espacios naturales te energizan y estabilizan. Comienzas los primeros pasos de este sendero, esta vez te llevarán a un paraje nuevo, allí te encontrarás contigo misma, y te contemplarás como nunca antes te habías percibido. Sueles caminar sin expectativas, pero en esta ocasión vas a añadir un poco más de entusiasmo por ver ese último tramo en el que elegirás sentirte como la persona más importante de tu vida, no hay nada ni nadie que pueda suplir lo que tú puedes concederte, no existe ninguna persona en el mundo que merezca y necesite tanto como tú el amor que puedes procesar. Tienes mucho que ofrecer, pero debes guardar un poquito de eso para ti, por el contrario, esa fuente se agotará. Lo que no enraíza desde el interior, termina secándose, sin dar fruto alguno para nadie.

Sabes estar en el camino, ahora en el presente, sin buscar lo venidero, sin sentir la ansiedad de anticipación, pero le falta una chispita de ilusión a este camino, una chispita más de intensidad, mayor movimiento, mayor velocidad… Motívate por ese encuentro que está por llegar y agiliza el paso, agiliza tu vida, ¡ahora, ya! muévete con entusiasmo, pon acción, no esperes a mañana, deja de pensar: “ya se hará”, “ya lo recibiré!, ¡ya ocurrirá!... Nada en lo que no inviertas tiempo o acción, ocurrirá, no tendrá lugar aquello a lo que no estés dispuesta a perseguir con intensidad, con entusiasmo. Para que tus sueños se conviertan en realidad deben cumplir 3 requisitos:

 

1. Debes creer merecerlo. Claro que el primer paso es soñarlo, si no lo propones no existe para ti. Se trata de pedir, pide sin miedo a ser egoísta o a no ser merecedor de ello. ¡Pide! no te conformes o creas que no necesitas nada. Soñar conlleva adelantarte un poquito en el tiempo futuro, es cuestión de equilibrio, de ritmo (no adelantarnos continuamente pero tampoco estancarnos, ni muy deprisa ni muy despacio). Siente el ritmo de la vida, escucha su palpitar, únete al flujo vital, recuerda que tú, el 9, necesitas un poco más de velocidad, agiliza el ritmo.

 

2. Debes perseguirlo y aproximarte con movimientos progresivos, poniendo acción, caminos nuevos, no tener miedo al fracaso, nada es un error, “aquello por lo que me estanqué fue una piedra para poder llegar y saltar a la siguiente”. No evitar la ansiedad que trae lo nuevo, es necesaria para crecer; rompe hábitos, transita nuevas posibilidades, cambia de trayectos, experiencias o personas, ábrete a posibles situaciones o relaciones. Comienza por añadir pequeños cambios a lo que ya tienes: vuelve a casa por otro camino, haz algo de forma diferente en el trabajo, prueba unas vacaciones distintas, propón tú algo diferente para el grupo de amigos o en pareja…

 

3. Debes sentir el camino con ilusión, debe darse motivación. Se hace realidad aquello que se instala en tu subconsciente con impacto emocional. Para ello necesitas visualizarlo, programarlo, y sentirlo ahora… Y si quieres un atajo, te doy un consejo: “actúa como si ya lo tuvieras”: empieza a comportarte, a vestirte, a sentirte como la persona que quieres llegar a ser.

 

…Y ahora con toda esta información incorporada en ti, continúas esta caminata con renovada energía, aumentando el ritmo, con grandes expectativas, con ilusión, con agradecimiento de ser quien eres, te sientes importante e imprescindible, una pieza indispensable para el mundo. Dispuesta a encontrarte con ese “espacio de amor a ti misma”, comienzas a buscar a tu alrededor, miras en la distancia y crees ver un claro al final del camino, agilizas el paso. El paisaje es amplio y el cielo está despejado, te encuentras con un lago, te aproximas, estás en una de sus orillas, en un pequeño rincón, donde te sientes en la intimidad de estar contigo misma, a gusto, reconfortada. Ahora inclinas la cabeza, ves tu reflejo en el agua, lo observas y guardas silencio durante un buen rato. …Y lo que surge ahora de tus pensamientos es algo nuevo: “me veo a mí misma como nunca antes me vi, me gusta el rostro que veo”. Me estoy fijando en detalles en los que no había reparado, las facciones y la perspectiva general son acordes a todo lo que me caracteriza, SOY YO, la que siempre he sido, pero en quien no he dedicado el suficiente tiempo ni empeño. Hoy reparo y veo quien soy, todo lo que me caracteriza, por fuera y por dentro, y doy gracias por cada facción, por cada cualidad o limitación que me define”.

 

“Ésta soy yo, ésta es mi esencia, SOY YO, la que siempre he sido”. “Digo sí a mí misma, porque soy amor en esencia”, “Me fijo y respiro ante mi presencia, libre para ser YO”.

“Ésta soy yo, ésta es mi esencia, SOY AHORA, SOY CREACIÓN”. “Yo Confío y me muevo hacia metas nuevas, rompiendo rutinas que se crearon por miedo a perder la armonía idílica que nunca se dio”. “YO CONFÍO EN MÍ, ACEPTO A MI ENTORNO, PERO SÉ QUE PUEDO DIFERIR DE ÉL Y ASÍ LO EXPRESO CUANDO ES NECESARIO”. Soy la persona más importante de mi vida, y me muevo en la dirección que necesita mi ser, avanzando hacia la autorrealización personal, concediéndome todo aquello que me completa, que me lleva haca la plenitud de mi persona. El entusiasmo me acompaña para sentir el presente, la intuición despierta y conecta con la creatividad divina.

“Ésta soy yo, ésta es mi esencia, SOY YO, la que siempre he sido”. “Digo sí a mí misma, soy UNIDAD, pero también disfruto de mi propia identidad”, “Atiendo y respiro ante mi presencia, libre para ser YO”.


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