Pasos hacia la LUZ que "YO SOY" (1)
APRENDE A RELAJARTE
Respiración consciente, Relajación Muscular, Visualización Guiada
La
respiración se utiliza como herramienta para centrar el pensamiento en un solo
punto porque tiene la ventaja de que solo ocurre en el presente. No podemos
respirar en el pasado o en el futuro. Si estamos respirando es ahora. Al
atender a la respiración, evitamos que la mente se dispare hacia otros
pensamientos como son las responsabilidades o preocupaciones. Si ocurriera que
durante el ejercicio nos encontramos enfocando la conciencia en otras cosas
ajenas a la respiración, todo lo que hay que hacer es volver amablemente al foco de atención.
1.
Colócate en una postura cómoda.Ten presente que debes mantenerte despiert@,
siempre atent@ a las instrucciones para sacar el mayor provecho posible de esta
práctica. Si sintieras que te estás durmiendo abrirás tus ojos hasta tener el
control nuevamente.
2. Ahora cierra suavemente tus ojos y
lleva tu atención a las sensaciones físicas del tacto, captando la presión
donde tu cuerpo entra en contacto con el suelo o con la silla en la que estás
sentad@.
3. Ahora, lleva tu atención a la parte
inferior del abdomen, observando cómo se expande al inhalar y cómo se contrae
al exhalar. Mantente atent@ a los cambios que se generan en tu abdomen con cada
inhalación y con cada exhalación. Observa el aire entrando y saliendo de tu
cuerpo y cómo este responde cuando está entrando y cuando está saliendo.
4. No tienes necesidad de controlar la
respiración, simplemente permite que esta siga su proceso por sí misma. Si en
algún momento tu mente se distrae del enfoque de la respiración y se enfoca en
pensamientos, planes o en cualquier otra cosa, acepta tu distracción como parte
natural del proceso. Es bueno que te des cuenta de eso, entonces amablemente,
retorna al foco de atención que es la parte inferior del abdomen, y en
concreto, tu respiración.
5. Cada vez que tu mente se traslade a otro
asunto diferente al foco de atención y te des cuenta de ello, felicítate por
haberlo descubierto y nuevamente retorna a las sensaciones físicas que se
generan con cada inhalación y con cada exhalación.
******
6. Ahora vas a enfocar tu atención en cada parte de
tu cuerpo llevando tu conciencia a cualquier sensación que detectes durante ese
proceso. Cuando estés
preparad@ lleva tu atención a las sensaciones físicas de tu cuerpo,
especialmente a las del tacto o la presión, donde tu cuerpo establece contacto
con el suelo. Con cada respiración, déjate ir hundiéndote cada vez más en la
estera donde te encuentras.
7.
Recuerda la intención de esta práctica, que consiste en atender a cualquier
sensación que detectes, mientras enfocas la atención en cada parte de tu
cuerpo.
8.
Ahora lleva tu atención a las sensaciones físicas de la parte inferior del
abdomen, llegando a ser consciente de los cambios de las sensaciones en el
interior del abdomen mientras tomas aire y cuando lo expulsas. Concéntrate en
ello por algunos minutos sintiendo las sensaciones al inhalar y al exhalar.
9.
Ahora, lleva tu atención a ambos PIES y visualízalos por fuera y por dentro.
Hazte consciente de cualquier sensación que experimentes, como podría ser
quizás el contacto entre los dedos, un hormigueo, calidez o ninguna sensación
en particular. Al inhalar, imagina que la respiración entra en los pulmones y
desciende hacia el abdomen, continuando por las piernas hasta llegar a tus
pies. Al exhalar, siente que la respiración hace ahora el recorrido inverso,
subiendo por ambas piernas, el abdomen y el tórax hasta salir por la nariz. Permite
que la atención que tenías puesta en tus pies se marche amablemente con una
exhalación. Abandona totalmente la atención de tus pies para llevarla ahora a
tus PIERNAS. Visualiza cómo el aire que va entrando en ti con cada respiración
se dirige a tus muslos, al exhalar siente que la respiración hace el recorrido
inverso hasta salir por la nariz, despide a tus piernas con una exhalación. Ahora
vas a pasar a la PELVIS Y EL VIENTRE, lleva el aire hasta el abdomen y exhala
visualizando cómo el aire sube y recorre tu cuerpo hasta salir de él. De esta
manera continuamos recorriendo todo el cuerpo, sintiendo cada parte y
despidiéndola amablemente con una exhalación al pasar al nuevo foco de atención.
Recorre ahora tu ESPALDA y PECHO, visualiza tu columna vertebral y recórrela
vértebra por vértebra, lleva el aire hasta éstas proporcionando una sensación
liviana al expulsar tensiones con cada exhalación. Abandona la atención que
tenías puesta en tu espalda y pecho para pasar a los HOMBROS, BRAZOS,
ANTEBRAZOS, MUÑECAS Y MANOS. Siente cómo la energía fluye por la punta de los
dedos de tus manos armonizando tu cuerpo y haciéndote más consciente de cada
sensación. Conduce el aire que entra en ti hacia tus brazos, deja que sus
músculos y tejidos se revitalicen con cada inhalación, al exhalar pon intención
en expulsar tensiones que podrían estar instaladas en tus hombros. Despide
brazos y manos para finalizar la conciencia plena de tu cuerpo relajando EL
CUELLO Y CABEZA, incluyendo la cara. Siente la boca, la nariz, los ojos, la
frente y todo el cuero cabelludo. Hemos recorrido todo el cuerpo, sintiendo
cada parte y despidiéndola amablemente con una exhalación al pasar al nuevo
foco de atención. De esta manera llevas oxígeno a cada parte de tu cuerpo
liberando tensiones y proporcionando sensación de bienestar y relajación a toda
la unidad, tus células y tú os disponéis a vibrar en la misma sintonía, a tomar
conciencia del momento presente para establecer el mejor de los semblantes,
elige siempre el momento presente, elige vivir en el “ahora”. Toma conciencia
de todo tu cuerpo, todo a la vez y explora si tienes alguna sensación
específica en alguna parte de él.
10.
Si sientes alguna tensión o cualquier otra sensación en alguna parte de tu
cuerpo, dirígete hacia ese lugar con una inhalación y amablemente déjala
marchar con una exhalación.
11.
Si tu mente se aparta en algún momento del foco de atención que es el cuerpo o
la respiración, todo lo que tienes que hacer es retornar amablemente a tu
centro de atención. Es totalmente normal que algo así ocurra, por lo tanto,
mantente tranquil@.
12.
Cuando hayas explorado todo tu cuerpo, en la forma previamente descrita, dedica
algunos minutos a hacerte consciente de la sensación del cuerpo como un todo y
de la respiración fluyendo libremente hacia el interior y exterior de tu
cuerpo.
13.
Sigues centrad@ en tu espacio interior. Ahora es momento para recibir la LUZ que
te hará brillar a un alto nivel. Al respirar imagina como el oxígeno que tomas
del exterior, al entrar en ti, se convierte en luz. Respira luz, va entrando en
ti, la luz recorre tus vías respiratorias, llega a tus pulmones y es allí donde
se genera un foco de energía luminosa, el centro donde se difunde oxígeno en
forma de luz a todas las partes de tu cuerpo. La luz que te regenera y
equilibra a su paso comienza el descenso, deteniéndose en cada parte de tu
cuerpo. No te precipites, concede a cada parte su tiempo revitalizador, deja
que cada célula se empape de su energía. Con cada inhalación mantienes
encendido el foco de luz que se ha avivado en tus pulmones, con cada exhalación
permites que toxinas y tensiones tomen el camino de vuelta al exterior. Con
cada inhalación visualiza un torrente de energía en forma de luz que concede a
tu cuerpo salud, equilibrio y bienestar. Con cada exhalación visualiza el
recorrido inverso hasta salir por la nariz, la luz arrastra las tensiones que
ha encontrado a su paso y las lleva viajando al exterior de tu cuerpo. A un
ritmo sereno, natural y sin forzar el proceso, dejamos que la luz, a través de
la respiración, realice esta limpieza. Dejamos que la respiración se encargue
de liberar al cuerpo de los elementos negativos que lo amedrentan: dolor o
tensión, pensamientos y emociones negativas. Continúa respirando de esta
manera, dedica unos minutos a visualizar la luz que alimenta tu cuerpo al
completo (…) INHALA paz, bienestar, equilibrio y salud, EXHALA toxinas,
tristeza, ansiedad, estrés, angustia o desazón. RESPIRA LUZ, AMOR, SERENIDAD…
******
14. Establece
un flujo continuo y suave en la respiración, un ritmo placentero, sin forzar
las vías y VIVE también de esta manera, fluye con el ritmo que te marcan los
acontecimientos y situaciones que se presentan, establece una forma de vivir
serena, dulce, plácida y concede luz siempre a cada momento presente.
***AHORA
ERES LUZ, eres un ser magnánimo y perfecto que rebosa fuerza y gran energía.
Siente la protección que te brinda esa luz, es tu propia luz (…) Siente gratitud en tu corazón por todo lo recibido
y por todo lo liberado.
***Ahora
comienza a tomar conciencia de tu cuerpo físico, inhala la paz que has recibido
y exhala todas las tensiones que has logrado calmar en esta práctica. Realiza tres
respiraciones profundas y cuando estés preparad@ abre los ojos tomando
conciencia del espacio en el que te encuentras.
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