ENEAGRAMA: Eneatipo 1

Nuestra personalidad o eneatipo se expresa a través de esa voz interior que se halla en piloto automático sin interrupción, identificable tan solo si mostramos intención en ello. Si nos hacemos conscientes del parloteo de nuestra mente podemos comenzar a ser libres para elegir pensar y actuar de forma diferente, libres del esquema que repite el eneatipo que rige en cada un@ de nosotr@s. Cada eneatipo tiene una forma particular de pensar y sentir, con una perspectiva particular de la vida, y con un patrón de conducta determinado. Normas y motivaciones giran en torno a un objetivo esencial en cada eneatipo, que se expresan continuamente como mandatos en nuestra mente, ya que han quedado arraigados en el subconsciente en forma de miedos y bloqueos emocionales. Al ser una prioridad, la persona ha invertido excesivo interés y energía en ello, siendo la causa constante de su desgaste y sufrimiento; lo que fue un objetivo prioritario desde el principio de nuestra vida se convierte en un miedo inconsciente que guía nuestros pasos, un desequilibrio que dirige nuestras elecciones, que nos priva de libertad en cada momento presente, que no nos permite expresar la mejor versión de nosotr@s mism@s, la auténtica, nuestra ESENCIA.

Haz tu personalidad más transparente para comenzar a “ser y derramar tu esencia”, TOMA CONCIENCIA de tu voz interior, identifica tu personalidad, hazte consciente de todas tus fortalezas, pero también del desequilibrio al que te lleva una y otra vez la prioridad o miedo de tu eneatipo. Este desequilibrio es el cocreador de las situaciones y acontecimientos que necesitas vivir constantemente para el aprendizaje y disolución de los bloqueos generados. En tu subconsciente están las creencias limitantes del enetipo que elige por ti, en torno a un miedo básico que es la causa del dolor que te generas a ti mism@ y a los demás. Descubre el círculo cerrado en el que vives y elige salir de él.

El objetivo de estos ejercicios de visualización es hacer consciente el patrón oculto de cada eneatipo, realiza la meditación correspondiente a tu tipo de personalidad y pon en práctica en el “ahora” un nuevo modelo de pensamiento que anule lo que se instauró en el subconsciente desde niñ@.

 

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 Hoy vamos a realizar una visualización para suavizar el ENEATIPO 1: EL REFORMADOR. El tipo racional, disciplinado, perfeccionista de sólidos principios. Su deseo básico es ser bueno, virtuoso, equilibrado e íntegro. MIEDO A NO HACER LO CORRECTO. Se esfuerzan por superar la adversidad, trabajan por valores elevados y desean ser útiles. Tienen claros sus propósitos y creen que deben justificar sus actos ante sí mismos y ante los demás. Dedican mucho tiempo a reflexionar sobre las consecuencias de sus actos. Activistas que buscan una razón aceptable que justifique lo que creen que deben hacer. Por ello, no ceden a sus impulsos ni los expresan. Los demás los consideran controladores y rígidos, pero ellos no se ven así. Desean practicar lo que predican y dejan de lado su comodidad para hacer algo que signifique beneficio duradero para tod@s.

 

PRACTICA UN EQUILIBRADO MODELO DE PENSAMIENTO:

*Sé consciente de tu juez interior, escucha esa voz autoritaria en tercera persona, no es tu “Yo”.

*Sé consciente de tu tendencia a trabajar más allá de tus límites, no puedes continuar siendo eficiente si no tomas descansos o te renuevas. Deja tiempo para el ocio o diversión, las grandes inspiraciones vendrán de la dulzura, de la alegría y el bienestar.

*Déjate ayudar por los demás y comprende que sus aportaciones podrían mejorar tu perspectiva.

*Acepta las partes de ti que no te gustan, entiéndelas en vez de intentar cambiarlas. Abandona el exceso de proyecto de progreso, y atiende tu presente.

*Aprende a reconocer y a procesar tu rabia. Cuando no la expresas o la disimulas, la retienes en tu cuerpo.

 

TRANSFORMA TU PERSONALIDAD EN ESENCIA. La palabra clave para sanar los Uno, es ACEPTACIÓN. Si de verdad deseas estar al servicio del bien, hay que trabajar con lo que hay; aprende la cualidad de “permitir”, permitir ser a los demás y a ti mismo, permitir que todos aprendan a su tiempo y a su manera. Al interiorizar y practicar esto, dejas de perseguir la perfección para descubrir LA INTEGRIDAD que hay en ti, ésta es TU ESENCIA.

 

EJERCICIO DE VISUALIZACIÓN: Cierra los ojos, céntrate en tu respiración, inhala aire por la nariz hasta el abdomen, exhala tensiones. Te dispones a buscar un “Lugar de Reconciliación”, contigo mism@ y con tu entorno. Imagina ante ti una escalera de piedra que conduce a una gran bóveda subterránea (tu mundo interior, el subconsciente). Comienzas a bajar los escalones uno a uno, despacio, pues la oscuridad no te permite ver los peldaños (la inconsciencia). A mitad de camino encuentras una antorcha (tu intención de tomar conciencia), que tomas para poder continuar el descenso. Ahora puedes ver las paredes de piedra que forman el estrecho sendero por el que vas bajando. Huele a humedad y notas las gotas de agua que impregnan el ambiente. Continúas bajando y al final de la escalera crees poder ver lo que parece una puerta, te diriges con incertidumbre hacia ella, sí, efectivamente es una entrada a lo que creías que era el final del recorrido, pero a pesar de la penumbra logras ver un estrecho pasillo, lo recorres y llegas al final donde brilla una luz tenue. Se trata de una pequeña sala de contornos borrosos o sin definir, parece una construcción sin terminar, no, en realidad te das cuenta de que se está haciendo a cada momento (tu subconsciente se moldea con cada cambio de patrón de pensamientos). Vas hacia el centro de la sala y ves una gran esfera iluminada ante ti, al acercarte a ella te das cuenta de que está llena de imágenes. ¡Qué gran sorpresa! son imágenes que muestran la historia de tu vida con todos sus altibajos. Y en este momento sientes una gran simpatía por ti mism@, no es compasión ni dolor, sino empatía, comprensión y amor. Abrazas la esfera, y por tanto tu vida, con ternura durante un buen rato. Te ríes y lloras de alegría mientras dices: “Ésta soy yo, ésta es mi vida”. Vas soltando la esfera lentamente, das unos pasos atrás y ves que en la sala en la que te encuentras, ahora con los contornos bien definidos, brilla una luz intensa. “Ésta soy yo, ésta es mi esencia”, “Digo sí a la vida”, “Reconozco que nada ni nadie es perfecto y rechazo el extremo esfuerzo”, “Comprendo que SOY INTEGRIDAD cuando elijo la aceptación y la dulzura”, “Ésta soy yo, ésta es mi esencia, SOY INTEGRIDAD”.

Retornas a tu respiración antes de abrir los ojos, tomas conciencia de tu cuerpo físico despidiéndote de tu mundo interior, y dibujas una sonrisa en tus labios, tu rostro parece cambiado, tu aura con más brillo y color.

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